26 oct
2015
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La profunda crisis económica que ha sufrido –que sigue sufriendo– España en los últimos ocho años ha dejado en el camino muchas ilusiones, muchos proyectos personales y familiares. Miles de autónomos, de pequeñas y medianas empresas han tenido que echar el cierre. La parálisis económica y el estrangulamiento de la financiación los ha asfixiado.
Al deterioro de la situación económica, se ha unido el engaño de las preferentes, las tarjetas black o los desahucios; las corruptelas en la política, en los sindicatos o en organizaciones empresariales. El descrédito institucional que ha