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10 may
2022

Apple: la vuelta a la oficina y la descapitalización intelectual

Enviado por sociedadinformacion . Etiquetas: Sin clasificar

Escrito por: Enrique Dans.

IMAGE: Carles Rabada - Unsplash

Ian Goodfellow, uno de los ingenieros y directivos más importantes de Apple en el área de machine learning, con importantes contribuciones al área del deep learning como las redes generativas antagónicas (Generative Adversarial Networks, o GAN), se ha despedido de la compañía tras manifestar su descontento con su falta de flexibilidad y su política de retorno a la oficina.

El caso de Goodfellow, que fue fichado procedente de Google en abril de 2019, no parece en absoluto aislado: son muchos, hasta un 76%, los trabajadores de la compañía que manifiestan su descontento con una falta de flexibilidad que comenzó el pasado 11 de abril obligando a los empleados a trabajar un día a la semana desde la oficina, que el pasado 4 de mayo pasó a requerir dos días de trabajo presencial, y que anuncia que llegará a los tres días a partir del próximo mes de septiembre. Las críticas a la compañía son muy numerosas, y parece ser que un buen número de sus empleados se plantean la renuncia. Muchos de ellos, de hecho, han escrito una carta abierta a la dirección planteando sus quejas.

¿Qué ocurre cuando pretendes obligar a tus empleados a que trabajen de una manera determinada, cuando lo que ellos quieren – y han comprobado fehacientemente que pueden – es trabajar de otra forma? Simplemente, que muchos de ellos consideran que eres poco flexible, y que la propuesta de valor de su empleo pierde una buena parte de su atractivo. Si además muchos de tus empleados tienen una cotización en el mercado muy elevada y pueden fácilmente encontrar otros sitios en los que trabajar en los que los reciban, en muchos casos, con los brazos abiertos, puedes encontrarte con un importante problema de drenaje de talento, y sufrir claramente las consecuencias. Casi un 56% de los trabajadores de la compañía afirman estar pensando en abandonarla debido a la obligación de trabajar en la oficina, y algunos dicen que a partir del 23 de mayo, cuando el plan de trabajo híbrido incremente sus requerimientos de presencia, se verá un número récord de salidas de la compañía.

Cuando has invertido una auténtica barbaridad de dinero en unas oficinas espectaculares y estás además convencido, aunque sea falso, de que el estar juntos bajo un mismo techo es algo importantísimo, puedes intentar convencer a tus empleados para que vuelvan a esas oficinas. Pero si muchos de esos empleados llevan ya casi dos años trabajando desde sus casas con buenos resultados, si su nivel de conocimiento y familiaridad con la tecnología les permite trabajar muy cómodamente, y si muchos de ellos, además, han tomado decisiones vitales como irse a vivir a otro sitio o reorganizar sus vidas en función de la flexibilidad de trabajar como quieren y desde donde quieren, te puedes encontrar con un problema muy serio, aunque teóricamente pases por ser una de las compañías más atractivas de tu industria para trabajar.

Las prácticas, tras un buen número de meses, pasan a convertirse en hábitos, y puede resultar muy difícil convencer a alguien que ya se ha adaptado al trabajo distribuido de que ahora, sin más razón que la decisión de un superior, vaya a tener que volver todos los días a coger el coche, tragarse un atasco y acudir a un sitio en el que, por bonito que sea, seguramente le resulta menos agradable que su propia casa, en la que se encuentra de maravilla trabajando y donde ha comprobado que puede ser incluso más productivo.

Si esto le pasa a Apple, ya veremos qué le ocurre a otras compañías con menor capacidad de atracción y retención de talento. En el futuro del trabajo, las oficinas juegan un papel bastante poco relevante, por mucho que las empresas se hayan podido gastar en construirlas. En unos años, lo que ahora llamamos «trabajo distribuido» será simplemente «trabajo», y nos plantearemos cómo podíamos trabajar de otra manera y meternos varias horas a la semana en un atasco para ir a trabajar a un sitio concreto.

Si quieres nadar contracorriente, puedes intentarlo… pero prepárate, porque a medio plazo, no suele ser demasiado recomendable ni productivo.


This article is also available in English on my Medium page, «Apple: why a forced return to the office will lead to a brain drain«



Artículo de Enrique Dans .

Publicado con licencia Creative Commons 3.0 España


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