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La duración de las baterías es una de las ambiciones más intensas de la industria de los dispositivos electrónicos, más concretamente del sector de los smartphones. Sin embargo, hasta que sea posible aumentar la densidad de las baterías hasta extremos que permitan varios días de uso sin enchufarlos a la corriente, el vacío lo llenarán los supercargadores. Estos dispositivos están destinados a realizar el proceso de acumulación energética en el menor tiempo posible.

Se han llevado a cabo varios avances en este terreno y todas las marcas están implicadas, en mayor o menor grado, en esta carrera. De hecho, hoy en día cargar un smartphone con una batería más grandes que las anteriores supone menos tiempo que cargar un dispositivo de hace unos años atrás.

Sin embargo, es difícil ver progresos tan evidentes como el que mostró Huawei en el 56 Battery Symposium, celebrado en Japón. Su supercargador funciona diez veces más rápido que el de un smarrtphone actual. En la prueba realizada, que se puede ver en el siguiente vídeo, una batería de 3000 mAh alcanzó el 48% de su capacidad en solo cinco minutos.

Eso sí, como se puede apreciar en el vídeo, el supercargador de Huawei requiere quitar la batería al smartphone, con lo que en ese breve tiempo el dispositivo dejaría de estar operativo. Es una pequeña incomodidad, pero según el momento y el usuario podría convertirse en una desventaja insalvable.

En cualquier caso Huawei ha logrado esta mejora haciendo que los electrones se muevan más rápidamente entre los dos electrodos para acelerar la carga. A veces este proceso conlleva la pérdida de la capacidad de la batería o su ciclo de vida, pues resulta agresivo. Pero en esta ocasión el fabricante asegura que su método no tiene estos inconvenientes.

Este supercargador no solo se podría aplicar a smartphones. Estos solo serían el dispositivo más visible, pero el método podría servir para coches eléctricos, incrementando el potencial de estos en gran medida. La tecnología también podría llevarse a usos industriales, como en los paneles solares que emplean acumuladores de ion-litio.

Imagen: pestoverde