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26 nov
2021

Poniendo precio a servicios basados en tecnología

Enviado por sociedadinformacion . Etiquetas: Sin clasificar

Escrito por: Enrique Dans.

IMAGE: Wzsylyhhh (CC BY-SA)

Baidu recibe autorización para comenzar a cobrar a los usuarios por su servicio de robotaxi autónomo con conductor de seguridad en Beijing, tras haber estad prestando ese servicio de manera completamente gratuita con sesenta y siete vehículos desde octubre de 2020, un período en el que más de veinte mil usuarios hicieron en torno a los diez viajes al mes.

Ahora, Baidu podrá comenzar a cobrar a los usuarios por el uso de los vehículos, lo que marca una primicia en la evolución del tema: desde hace algún tiempo es posible encontrar servicios de robotaxis autónomos con conductor de seguridad en varias ciudades chinas, pero hasta ahora, todos ellos eran gratuitos. En Rusia, Estados Unidos e Israel, Yandex ofrece también viajes con conductor de seguridad; mientras en los Estados Unidos, Waymo es la única que ofrece un servicio ya con coste para el pasajero y sin conductor de seguridad.

El caso de Waymo es interesante: comenzó a ofrecer servicios gratuitos con conductor de seguridad en Phoenix en abril de 2017, recibió la licencia para eliminar al conductor de seguridad en octubre de 2018, el mismo mes en el que comenzó a cobrar a los pasajeros por sus viajes. En ese momento, se calculaba que Waymo ofrecería esos viajes por alrededor de 35 centavos por milla, considerando unos cinco centavos para el coste de la monitorización remota. Actualmente, tras una temporada de experimentación con distintos precios, el coste de un viaje en Waymo es aproximadamente un 10% más caro que el mismo trayecto en un Uber o Lyft.

En el caso de Baidu, la decisión de lanzamiento del servicio al público en general se lleva a cabo con un precio claramente premium, equivalente al que se cobra por un vehículo de la categoría superior en un servicio de transporte con conductor como Didi, que tienden a ser alrededor del doble de un viaje en categoría estándar. Considerando que en China, por el momento, aún se mantiene la obligación de llevar un conductor de seguridad, y que la cualificación media de ese conductor suele considerarse superior a la de un taxista convencional, el precio parece situarse en un premium simplemente para capitalizar la curiosidad que genera el servicio de conducción autónoma.

En un servicio de transporte tradicional, se suele calcular que en torno al 60% del coste corresponde al conductor. Visto así, lo razonable sería que la transición a robotaxis autónomos supusiese un claro descenso del precio de los servicios de transporte. Sin embargo, la evidencia por el momento es que las compañías que los ofrecen tienden a subir el precio con respecto al mismo trayecto en un vehículo con conductor convencional, algo que , por otro lado, aún repercute desde el enorme coste en investigación y desarrollo necesario para crear el servicio, hasta la necesidad, por ejemplo, de mantener personas, bien como conductores de seguridad, o en modo remoto monitorizando los viajes y ayudando o solucionando las dudas de los pasajeros en caso de necesidad.

Por otro lado, el transporte en un vehículo autónomo, por el momento, no está exento de inconvenientes: por ejemplo, mientras con un conductor humano podrías razonablemente negociar un punto para terminar el trayecto, en modo «déjeme ahí en la esquina», con un vehículo autónomo, tu trayecto termina en donde la aplicación considera que te puede dejar, sin posibilidad de negociación alguna. Si añadimos detalles como ayudar a subir a una persona mayor, cargar las maletas, etc., por el momento, con todas las precauciones que supone evaluar un servicio en fase tan temprana de su desarrollo, el servicio completamente autónomo conlleva algunas limitaciones… pero se ofrece a un precio superior. Por otro lado, cable pensar que las compañías que ofrecen este tipo de servicios mantengan el precio artificialmente elevado para evitar una avalancha de usuarios atraídos por un precio inferior, en una oferta que, en general, aún tiene un carácter experimental y se ofrece con flotas generalmente muy limitadas.

¿Qué cabe esperar en el futuro, cuando los aspectos técnicos se consideren razonablemente superados y las necesidades de supervisión disminuyan? Los experimentos con grupos seleccionados de usuarios durante las pruebas en modo beta indica que el efecto novedad de recorrer un trayecto en modo autónomo desaparece rápidamente, y que esos usuarios pasan a verlo con total normalidad en un tiempo sorprendentemente breve. ¿Qué ocurrirá entonces? ¿Podemos esperar que se mantenga un precio superior al de los vehículos con conductor tradicionales, aún cuando el coste de operar el servicio sea considerablemente menor? Un posicionamiento así necesitaría seguramente para ser sostenible – o simplemente explicable – que se ofreciese como una garantía de seguridad mayor, como algo más seguro que un conductor humano, algo que si bien puede llegar a ser cierto, tiene una venta como mínimo compleja, sobre todo en fases iniciales del despliegue masivo.

A medio plazo, lo razonable es pensar que el precio debería confluir a la baja en función del menor coste de operación del servicio, pero esto, por otro lado, puede no darse si no existe una competencia con servicios comparables ofrecida por otros competidores. En ese escenario, los servicios tradicionales mantendrían una demanda basada, por un lado, en los miedos de algunos usuarios a no ver a nadie sentado en el volante, y por otro, en su menor precio, hasta que la transición se diese en función de otros factores, y sin duda, mucho más lentamente que si los servicios autónomos capitalizasen sus posibilidades de plantear un precio sensiblemente menor.

¿Cómo evolucionarán los precios de los servicios de transporte basados en vehículos autónomos? ¿Es la eliminación del coste del conductor el baremo a considerar, o tenemos que evaluarlo de alguna otra manera? Una vez que el atractivo de un viaje sin conductor se desvanece, ¿por qué razón alguien querría pagar un precio superior por un servicio completamente autónomo?



Artículo de Enrique Dans .

Publicado con licencia Creative Commons 3.0 España


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