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Ser mujer

Cuando estaba embarazada, maridín me preguntaba “¿qué prefieres, un niño o una niña?”. Le contestaba que un bebé sano. Cuando insistía en la típica conversación de padres y madres expectantes al final le revelaba mis profundos e inquietantes deseos:

–Prefiero un niño.

–¿Pero por qué? –me preguntaba él al verme apesadumbrada.

–Porque las mujeres lo tenemos más difícil y prefiero ser madre de un niño al que enseñarle a no discriminar personas que ser la madre de una niña a la que además de enseñarla a no discriminar personas también debamos enseñarle a sobrevivir a la discriminación. Como madre, prefiero sufrir menos y sé que con un niño sufriré menos.

Y así en bucle: porque las mujeres somos víctimas mucho más frecuentes de agresiones sexuales, porque las mujeres cobramos mucho menos que los hombres, porque a las mujeres nos toman por el pito del sereno, porque dudo que en un par de décadas las cosas cambien lo suficiente para que mi corazón de madre de una niña lata igual de tranquilo que el corazón de una madre de niño a las cinco de la madrugada cuando vuelva sola a casa, cuando consiga un trabajo y negocie las condiciones salariales, cuando se presente en una entrevista y le preguntan por su estado civil e hijos a su cargo, etc.

¿Eres una madre de una persona afortunada con pito, como diría la actriz Jennifer Lawrence (a sus pies, señora Lawrence)? Confieso que tengo grandes expectativas puestas en ti, porque tienes por delante la colosal tarea de conseguir que tu niño forme parte del cambio de nuestra sociedad. Y por ello te doy las gracias de corazón.

Y si eres mujer y no eres funcionaria, te recuerdo que estamos en noviembre y a partir de este mes dejas de cobrar por tu trabajo. En cambio tus afortunados compañeros con pito seguirán cobrando. Injusto, ¿eh? Apabullante el artículo de Itxaso Álvarez publicado hoy en El Correo, he aquí el primer párrafo:

"Si eres mujer trabajadora debes saber que desde el 2 de noviembre y hasta final de año estás trabajando gratis mientras tus compañeros varones siguen ganando su suelo. El salario medio por hora de las mujeres europeas es un 16,3% inferior al de los hombres. O lo que es lo mismo, las féminas trabajan 59 días al año de forma gratuita mientras que ellos continúan cobrando. En España, la situación es aún peor. La brecha salarial no solo es superior a la media comunitaria, sino que se ha agrandado en los últimos años. Según Eurostat, está en el 19,3%. Por tanto, las españolas no trabajan gratis los 59 días al año que dice la Comisión Europea, sino más, 70. Días trabajados, pero no cobrados".

 

¿Y qué pasó en la consulta del ecógrafo cuando en la semana 20 nos reveló que estábamos esperando una niña? Pues que lloré de alegría y de emoción. Porque niña o niño, una madre expectante es una madre feliz. Y además, el inmenso amor que siento por mi hija me hace abrir los ojos aún más y me lleva a reflexionar aún más sobre asuntos tan importantes como la desigualdad y el feminismo de hoy en día. Gracias, Emma.

En la imagen, uno de los magníficos diseños de la serie Utilità Manifesta de Giulia Papetti y Alessandra Bonomo.

 

Escrito por  Gessamí en blog Madre Primeriza , publicado con licencia Creative Commons Reconocimiento 3.0 Unported License.