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El creador de la serie Futurama, Matt Groening, quien ya goza de una gran experiencia en adivinar el futuro con Los Simpson, lo ha vuelto a hacer. En esta ocasión, el estadounidense contaba en el capítulo de la segunda temporada I Dated A Robot (Salí con una robot) que en un futuro, el sexo entre robots y personas estaría totalmente consentido y no sería visto con malos ojos. Desde relaciones amorosas hasta simples situaciones esporádicas.

Pese a que parece de locos pensar que una persona pueda mantener relaciones con un robot, cada vez son más grandes los pasos que se están siguiendo para poder conseguir dicha meta. Por lo tanto, no hay que desechar la opción de la robótica sexual en un futuro. Investigadores de la Universidad Victoria en Wellington, Nueva Zelanda, creen que el sector de los robots sexuales comerciales tendrían un uso amplio para el año 2050. Esto no quiere decir que este comercio comience en dicho año, ni mucho menos, podría estar más cerca de lo que creemos.

La doctora Helen Driscoll, de la Universidad de Sunderland, cree que tardará varios años más en normalizarse, tal y como ha explicado recientemente en una entrevista con The Mirror. No obstante, Driscoll opina que la tecnología ya está allanando el camino para un futuro en el que el sexo con robots no solo sea posible, sino que no suene nada raro: «Gracias la evolución en la tecnología robótica sexual es probable que las normas sociales sobre el sexo y las relaciones vayan a cambiar en el futuro».

Para los que crean que la opción de mantener relaciones sexuales con robots es todavía demasiado remota os mostramos el caso de Matt McMullen y las RealDolls. ¿Qué es una RealDoll? Se trata de un robot hiperrealista que busca convertirse en el primer robot sexual del mundo. El inventor del producto asegura que sus muñecas podrían ser capaces de establecer una conexión emocional entre el humano y la máquina.

De hecho, el equipo que lleva a cabo el desarrollo de estos robots explica que su idea es la de otorgarle una inteligencia artificial y una realidad virtual a a cada una de las muñecas para que se parezcan lo máximo posible a un humano.

Pese a que por el momento la compañía tan solo crea muñecos desechables y anatómicamente correctos, cada vez están más cerca de incorporar la inteligencia artificial en su producto. El equipo busca una inteligencia artificial centrada, de momento, únicamente en las cabezas de los muñecos. El objetivo es que los muñecos que puedan entablar conversaciones con los usuarios y responder con expresiones faciales.

Los investigadores Michelle mars y Ian Yeoman explicaron en su estudio acerca de los robots sexuales comerciales que éstos estarían libres de enfermedades y reducirían el tráfico de personas reales, es decir, la prostitución.  Ambos investigadores proponen que este tipo de robots se fabriquen con fibras resistentes a las bacterias y que se limpien después de cada uso para reducir la propagación de enfermedades.

«En 2050, el barrio rojo de Amsterdam será todo de prostitutas androides que estarán limpias de infecciones de transmisión sexual, no contrabandeadas desde Europa del Este y forzadas a la esclavitud», relataba el  periodista Daniel Bates para el DailyMail.

VR Tenga, las gafas de realidad virtual que masturban

¿Y si estos robots son demasiado caros? La empresa Naughty America cree que una buena alternativa al sexo con robots es la realidad virtual. Los desarrolladores han creado un programa para que todo aquel que quiera pueda observar un vídeo porno desde el punto de vista de uno de los actores. Ideal para todos aquellos a los que les guste imaginar situaciones.

No obstante hay quienes necesitan todavía más. Para aquellos que además de sentir una película porno en sus propias carnes quieren ser autoestimulados llega el VR Tenga. El caso es que aquella persona que lo utilice tiene que confiar en una mano robótica que lo masturbará al mismo tiempo que transcurre la película.

Gracias a un controlador háptico integrado a un masturbador, el VR Tenga es capaz de sincronizarse con la película pornográfica que se reproduzca en las gafas de realidad virtual para proporcionar al espectador las mismas sensaciones que sienten los protagonistas de la película. La idea de este proyecto es que cada vez sea más interactivo y que cada persona pueda elegir cómo pasar el rato.

¡Prohibido mantener relaciones sexuales con Pepper!

Hace varios meses os hablábamos sobre Pepper, el primer robot con corazón del mundo. Este robot, capaz de reconocer las emociones humanas, es un asistente robótico que ayudará, en todo lo que pueda, a su dueño. Bueno, en todo, lo que se dice todo, ya no.

Los fabricantes del robot han asegurado que en caso de que alguien trate de mantener relaciones sexuales con el robot o incluso programarle para que realice acciones indecentes, estará incumpliendo los términos y condiciones del servicio. De hecho, alguno de los robots ya vienen con la advertencia de «no introducir en el cuerpo» puesto que podrían generar problemas eléctricos desconocidos hasta la fecha.

¿Por qué han dado este aviso? Según relata Daily Mail, una desarrolladora femenina ha reprogramado la pantalla táctil que cuelga de su cuello de Pepper para otorgarle al robot pechos virtuales y para que agite sus caderas y gima mientras se le toca. Pese a que por el momento no hay indicios de que nadie haya mantenido relaciones sexuales con Pepper, mejor prevenir que curar.

Por lo tanto, y aunque parezca estar todavía demasiado lejos, el sexo robótico está más cerca de lo que todos pensamos. Una encuesta realizada en Inglaterra en 2014 determinó que uno de cada cinco ingleses mantendrían relaciones sexuales con un robot. ¿Y tú? ¿Serías capaz de acostarte con uno de estos robots o de utilizar aparatos como el VR Tenga? Hay todavía mucho que decir sobre este tema y tan solo el futuro sabe cuál será el desenlace sobre el sexo robótico. ¿Cómo te lo imaginas?

Artículo de Koboonga , escrito bajo licencia Creative Commons