29 oct
2015
|
|
Un día, navegando por las redes encontré algo parecido a esto:
Y me encantó, nada muestra mejor la adicción de la sociedad a las nuevas tecnologías, hasta hay una nueva enfermedad catalogada: la nomofobia. Yo la defino como la ansiedad cuando un teléfono sólo sirve para lo que fue pensado, llamar. Aquí entran los dos conceptos añadidos a la pirámide, la wifi/3G (o 4G si eres afortunad@) y la batería. Mucha es la gente que prioriza esto antes que el resto de necesidades, incluso antes que las más básicas. Lo cual, aparte de ser digno de estudio, es de una preocupación alarmante.
Soluciones para tener conexión de datos en el extranjero
El uso de Internet en el extranjero depende de lo que tengas contratado con tu compañía de teléfonos y muy pocas incluyen roaming: Ese invento de las diferentes compañías para cobrar como oro lo que se cobra muy barato a los usuarios de ese otro país.
-Solución 1: No depender de internet y viajar como en Cuéntame (serie española sobre la sociedad en los años 70).
Actualmente es algo inviable si viajas como yo, hiperconectado a las redes sociales y actualizando mi blog cuando tengo un respiro. O si tienes una madre que se preocupa por ti y necesita saber que estás bien. Por contra diré que viajar desconectado es lo más desestresante que hay.
Si esta solución no es apta para ti, actualmente no funciona con el 99% de la gente, quizás te sirva la siguiente.
-Solución 2: Viajar buscando puntos de acceso gratuitos.
Es barato aunque algo lioso, pasarás el viaje de McDonald’s en McDonald’s o buscando un Starbucks, y eso si tus viajes son urbanos, porque como estés inmerso en plena naturaleza… Será la solución que ayude más a tu bolsillo, dependiendo del número de cafés que tomes en Starbucks, pero si necesitas Internet de forma urgente puedes quedarte tirado. Tienes apps como esta (android) que te indican los puntos cercanos de acceso wifi gratuitos.
-Solución 3: Comprar una tarjeta prepago del país al que vas.
Útil si la llevas desde casa o sabes cómo llegar del aeropuerto a la ciudad, con suerte podrás comprarla en el aeropuerto, sino simplemente cuando llegues a la ciudad te compras una y listo. El problema es si cruzas varios países como me pasa a mí y en cada país te tienes que parar a buscar una tienda de tarjetas prepago.
-Solución 4: Utilizar una tarjeta de datos que sirva para cualquier país.
Cuando voy de viajo y me quiero despreocupar de buscar Internet, y si de paso quiero tener Internet en cualquier punto del país (donde las infraestructuras lo permitan), utilizo una tarjeta llamada Simly. Dicha tarjeta tiene planes de datos para España pero su utilidad viene en su uso en el extranjero. Por ejemplo los planes para España también sirven para Portugal, tiene otro plan para Europa y otro para el mundo (1 o 2 Gb), independientemente del país. No incluye ciertos países como Cuba pero tiene por ejemplo la Antártida, así que imagina su versatilidad.
Mi conclusión es que si quieres viajar y despreocuparte de Internet, utilices este tipo de tarjetas porque su precio compensa el tiempo ahorrado en buscar prepagos o puntos wifi, y ya nl digamos si usas roaming. En un próximo capítulo hablaré sobre la necesidad actual más grande, la batería, sobre cómo optimizarla de viaje y cómo alargarla sin depender de un enchufe.
Y tú, cuando viajas, ¿Cómo te conectas a Internet?
Artículo creado por: Coge el vuelo por Paulo Vázquez , publicado bajo una Licencia Creative Commons Atribución 4.0 Internacional.