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marrakech – Día 1 Look Casual Camiseta, Sudadera y New Balance

Para ser sincera del todo, debo empezar diciendo que el objetivo del viaje tenía un componente comercial importante (aunque ya hablaremos de esto en otro momento). Lo que quiero decir es que en mi “agenda” marrakech no figuraba como uno de mis destinos vacacionales a corto plazo. Pero la vida, los sueños y la magia, te va envolviendo y llevando por un camino que no es el que en principio hubieras pensado y por eso, hemos terminado en esta ciudad. Al margen de la motivación, debo igualmente reconocer que este viaje me inspiraba digamos… “respecto”.

Por una parte tenía recelo. Enfrentarse a una nueva cultura, un modo de vida completamente alejado a lo que estamos acostumbrados, un lugar donde la pobreza está en casi todos los rincones y donde hay tanta leyenda urbana vinculada a la inseguridad…da un poquito de miedo. Por otra pensaba que igual, acostumbrada a viajar por Europa, me costaría “asumir”, cuestiones como la comida tan diferente, la posible suciedad en la calle y en los establecimientos, el modo en el que se supone que los marroquíes se dirigen a ti por ser extranjero… Esa visión que tenemos de esa parte del mundo, ya me entendéis.

No voy a esperar al final del post para deciros que estoy deseando repetir, así, os ahorro la angustia jajajajaja. marrakech es maravillosa por si misma, pero depende de ti y de lo consciente que seas de lo que allí te vas a encontrar para que así sea. En marrakech hay pobreza, suciedad, ruido, agobio, no es una ciudad con muchos monumentos (sobre todo para los españoles que somos ricos en patrimonio)… y a pesar de todo eso, sigue mereciendo pena ir. Curioso ¿verdad? ¿Por qué será?

Por que tiene magia, te traslada a otro mundo, a otra época, la mezcolanza de olores diferentes en cada esquina, los sonidos que invaden la plaza del Jamma El Fna, la mezcla de sus gentes, sus cantos y sus músicas, los incesantes ruidos de gritos, motos, aparatos de radio, el contraste de colores y luces, el batiburrillo de calles, el desordenado orden del tráfico, la ausencia de pudor de sus gentes… Todo va rápido y lento al mismo tiempo, todo es un caos pero a su vez, cada cosa tiene su lugar, no hay normas pero hay reglas…

Aunque somos todo lo sibarita y señoritos que nos permite nuestra cartera para viajar, teníamos claro que no íbamos a hospedarnos en un hotel de la zona nueva, a pesar de todos mis temores. Si tienes pensado ir a marrakech, te aconsejo que te hospedes en la Medina, el centro de la ciudad todo lo cerca de la Plaza Jemma El Fna (o Jamma El Fna) que puedas. Es donde mejor estarás. Nosotros cogimos una Riad (así se llaman las casas o palacetes antiguas que han sido restauradas y que conservan su patio interior). Si investigas un poco, verás que son espectaculares. Nosotros escogimos una a escasos 100 metros de la plaza Riad Le Rubis.

Nos fueron a buscar al aeropuerto y nos acompañaron hasta la puerta de la Riad (que es un poco difícil de encontrar entre tanta callejuela). Nos dejaron las maletas en la misma recepción. Me parecía mentira que con la pobreza que se veía en la misma calle pudiéramos encontrarnos un lugar tan precioso. Nuestra suite con terraza privada con vistas a la plaza era sencillamente de ensueño. Dejamos las maletas y decidimos lanzarnos a la calle. Mi primer objetivo era tomarme un zumo en uno de los cientos de puestos de la plaza :) e ir a patear el zoco.

Entrar en el zoco ya fue el “no va más” aunque no sabía lo que me espera dentro jajaja. No se si decir que había cientos de miles de puestos o tiendas dentro es exagerado, pero para mi se queda corto jajaja. Alucinante. Caminamos en estos días kilómetros y kilómetros dentro de el zoco y os aseguro que no había pasaba ni una hora en la que no descubriéramos zonas nuevas. Habia leido que es como un laberinto y doy fe de ello.

En contra de lo que pensaba, allí se pueden encontrar verdaderas obras de arte. Por regla general el regateo resulta aunque no siempre llegará al precio que deseas jejeje sobre todo si te pasa como a mi, que como me decian en los puestos tienes el “ojo caro”. Es probable que puedas conseguir casi todo por algo menos de la mitad de lo que te piden, así que ya sabes, a negociar :) De verdad que he venido fascinada y enganchada al zoco, que maravilla.

En estos días os iré contando más cositas, recomendaciones, consejos y anécdotas. Por hoy es suficiente :) La temperatura no podía ser mejor, mínimas de 16, máximas de 32, así que la maleta con ropita de verano aunque me llevé algo de abrigo por si acaso, que con lo friolera que soy, nunca se sabe :) Look deportivos y cómodos para no parar, como el que os muestro: camiseta con dibujo (que me gusta un unicornio), pitillos, zapatillas y mis super new balance. Espero que os haya gustado, estoy ansiosa por contaros todo :) Besotes y gracias por vuestros comentarios.