Era
uno de mis estrenos más esperado en años, ya que la primera parte me pareció
fascinante no sólo a nivel de guión (los humanos no éramos las víctimas de una
invasión extraterrestre, sino que éramos los invasores de un planeta –Pandora-
que colonizábamos de la forma más bestial) sino también a nivel de efectos
especiales, creando un verdadero universo de colores, sensaciones… una
maravilla. Cuál no ha sido mi decepción cuando, para empezar, cuando he ido al
cine…¡me han cobrado las gafas del 3d, cuando antes las regalaban! Es la
primera vez que me ha pasado y me he sentido realmente indignado porque
probablemente si avisaran, pues uno no se gastaría el dinero en una entrada más
cara, y sencillamente se vería en 2d de toda la vida (además, y todo hay que
decirlo) el 3d de “Avatar 2” no es nada del otro mundo, para qué vamos a
engañarnos.
Entrando
ya mosqueado a la sala, habiendo tenido que tragar si o si por comprar las
gafitas (que luego sirven de adorno o pisapapeles en tu casa, ya que no valen
literalmente para nada…), me encuentro con una una repetición casi literal de
la primera parte, con la única diferencia de que ahora en vez de volar, se
trata de nadar y bucear. Y Cameron se ha enamorado demasiado de todos los
colorines y salvapantallas que surgen de ese universo acuático de Pandora. Me
corrijo a mi mismo: el guión es mucho más simplón y sirve únicamente como
pretexto para mostrar cosas (el malo -que sigue vivo!!!!- el bueno, etc.) y los
valores familiares/ecológicos llegan a chirriar bastante. Eso por no mencionar
que dura casi tres horas que se hacen eternas. Por resumir, Cameron ha
intentado plasmar TODA su filmografía en una única película, que tiene cosas de
Abyss, de Aliens (el regreso), de Titanic... y por supuesto de la primera
Avatar.
Ahora
Jake se ha integrado (es decir, su Avatar) en el Planeta Pandora y los Na’vi, y
junto a Neitiri ha formado una bonita familia, enfrentándose además a los
humanos para que dejen de colonizar y esquilmar el precioso planeta Pandora.
Pero resulta que el famoso y malvado coronel de la primera parte, que murió en
el duelo final con la parejita mixta, ahora se ha clonado en un cuerpo Na’vi, y
vuelve para ajustar cuentas, porque resulta que los humanos ya no les interesa
el famoso mineral de la primera parte, sino un fluido que está en unos seres
acuáticos y que cura todas las enfermedades y es el mejor antienvejecimiento
que existe… y claro, Jake, su mujer y sus hijos se van a refugiar en otras
tribus de Pandora, que no se dedican a volar sino a bucear, teniendo su mundo
bajo el agua.
Y
poco más hay que contar, porque todas las imágenes están pensadas para
deslumbrarnos con ese universo submarino, que si, está muy bien… pero a los 20
minutos estamos ya un poquito hasta las narices de las lucecitas –muy propio
haberla estrenado en Navidades, porque todo parece que le han puesto las clásicas
bombillitas multicolores por todos los sitios. Vuelven las batallas entre
humanos y Na’vi (que ahora son acuáticos, y los humanos estarán bien
pertrechados tecnológicamente para adaptarse al medio marino…) y como pasa en
la primera parte, hay un duelo final entre el coronel y Jake. Y esto no es un
spoiler, sino que se ve prácticamente desde los primeros planos de la película.
Como he dicho antes, Cameron se ha enamorado
demasiado de esa preciosa colección de salvapantallas hechos con la IA, y con
la adaptación y captura de movimiento de los actores. Eso sí, el Avatar de Kate
Winslet se parece bastante poco, lo que demuestra la inteligencia de la propia
Winslet para que no se la vincule mucho con esta orgía de muñequitos azules
volando, buceando, nadando y haciendo el tonto. Incluso el protagonista, Sam Worthington, ha dicho que no le queda más
remedio que seguir haciendo películas de Avatar, porque Cameron parece querer
jubilarse al publicarse que aún le quedan la 3 (que se estrenará en 2024), la 4
(2026) y la 5 (2028). O sea, que al modo de Peter Jackson con El Señor de los Anillos,
se está buscando una buena jubilación con las aventuras de Pandora. Lo que
realmente me cuesta imaginar es qué va a contar. Se vuelve a cumplir mi teoría
que a cuantos más guionistas, peor guión: mientras que la primera contaba con
el único de James Cameron, ahora en la segunda parte están James Cameron, Rick
Jaffa, Amanda Silver, sobre una historia de James Cameron, Rick Jaffa, Amanda
Silver, Josh Friedman, Shane Salerno. O sea, unos por otros, y la casa sin
barrer, creando un batiburrillo aburridísimo de más de 3 horas de duración que
resulta ser un verdadero empacho.
TRAILER