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Desde que el grafeno empezó a aparecer en los medios de comunicación se destacaron sus propiedades casi milagrosas. Sin embargo, las aplicaciones comerciales no se han materializado hasta el momento. Solo algún tímido producto ha dado cobijo al material, de forma más bien exploratoria.

La situación sigue más o menos igual que hace unos años, aunque poco a poco empieza a haber cambios. Uno de ellos se nota en el sector textil. El grafeno se ha empleado para hacer ciertas prendas sofisticadas. Este mismo año han aparecido unas zapatillas, especialmente diseñadas para los amantes del running, que cuenta con el material. Gracias a ello son ma´s resistentes y más flexibles.

La marca de ropa Vollebak, que se dedica a hacer diseños sofisticados con un toque tecnológico, ha lanzado al mercado su propio producto con el milagroso material. Se trata de una chaqueta de grafeno capaz de mantener la temperatura corporal y sustraer la humedad del cuerpo.

En realidad, muchas de las propiedades que tiene el propio material ?como la conductividad del calor, la conductividad eléctrica, la flexibilidad? se pueden aplicar a la ropa. En este caso la chaqueta de grafeno es una fuente de calor, pese a que no sea un tejido muy gordo. No solo se conserva el calor corporal, sino que la prenda lo distribuye entre las partes del cuerpo más frías, equilibrando la temperatura.

Pero además si la chaqueta se deja al sol, después mantendrá el calor acumulado de tal forma que actuará como una especie de radiador. El material también permite que la prenda repela bacterias , según Vollebak. Y, claro, también es un material conductor, aunque la empresa aún tiene que trabajar en esto para hacer que su ropa sea segura.

Ropa para el futuro

La chaqueta de grafeno de Vollebak ya está disponible en el mercado. Cuesta 695 dólares y no es la única prenda de ropa sofisticada que tiene la marca. También cuenta con una sudadera hecha con el mismo material del que se hacen los trajes espaciales, según la compañía. Una chaqueta que se recarga mediante energía solar se cuenta igualmente en su catálogo.

La tecnología actual ha impulsado la experimentación con la ropa. La miniaturización de sensores y baterías, así como su cada vez más pronunciado carácter flexible, permite acoplarlos a prendas textiles. Y esto es lo que hace Vollebak. Los responsables de la compañía reconocen, por ejemplo, que hace dos años habría sido imposible crear su chaqueta de grafeno.

Y es que el abaratamiento y la experimentación tecnológica avanza a marchas forzadas. En lo que respecta al grafeno cada vez hay más métodos que facilitan su producción, uno de los retos que más ha retrasado su adopción.

Imágenes: Priscilla du Preez, Vollebak