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Hay bastantes documentales sobre naturaleza, pero pocos tan conseguidos como la serie Siete mundos, un planeta, disponible en Movistar+. Sobre todo, si lo que te interesa son los animales.

En su realización han participado más de 150 profesionales durante cuatro años, recorriendo más de 40 países. Pero lo que destaca es la proximidad con la que está rodado, con una resolución tan alta y nítida que produce la sensación de estar allí mismo, presenciándolo.

¿Nos acompañas a Asia?

En Siete mundos un planeta: Asia conocemos el continente más extenso de la Tierra, que abarca desde casi el Ártico, al norte, a la península de Malasia y las islas de Indonesia, al sur, en el Océano Índico. Esta inmensa superficie de terreno incluye climas muy distintos entre sí, desde desiertos abrasadores a parajes helados; por lo que, además de gigante, Asia es también muy variado.

Uno de estos climas extremos lo encontramos en Rusia. Allí, las temperaturas pueden bajar hasta 60 grados bajo cero. En los meses de invierno, la vida es casi imposible.

Las morsas del Pacífico

Las morsas del Pacífico viven en el océano buena parte del año. Cuando aumentan las temperaturas y la superficie se descongela, se concentran en las playas. Casi 100.000 se han llegado a juntar, pero ¿cómo es posible tanta aglomeración?

Conviven con otro de los grandes animales de Asia, uno de los más fieros superdepredadores en este ecosistema: los osos polares.

Los osos polares

Resistentes y solitarios, no tienen rival animal en sus hábitats naturales. Pero esto no implica que siempre consigan cazar la presa que quieren. A veces, por ejemplo, las morsas llegan a zafarse de ellos, conscientes de la peligrosidad de sus colmillos.

¿Sabías que estas bestias peludas necesitan nada menos que 30 kilos de comida diarios?

Los osos pardos

Menos grandes, pero bastante imponentes también, encontramos otro tipo de osos en la península de Kamchatka, el lugar de la Tierra con mayor densidad de volcanes.

Pero estos ríos de lava también la convierten en un atractivo para los osos pardos. Debido a que la superficie está caliente, pueden encontrar hierba sin nieve. Pero claro, el riesgo no es pequeño y un resbalo puede significar la abrasión.

Los langures chatos dorados

Saltamos a las montañas del centro de China. Aquí, las temperaturas continúan heladas. Tanto, que apenas algunos animales pueden sobrevivir a ellas, juntándose todo lo posible para mantener el calor.

Es el caso de estos monos, los langures chatos dorados, cuya nariz chata explica el clima. Si fuera un poco más prominente, se les podría congelar. Muy distintos a sus primos de África y América.

Los papamoscas, los alcaudones y las víboras

Del tacto frío y húmero de estos lugares, nos trasladamos a uno de los más calientes del mundo: el Desierto de Lut. Situado al sureste de Irán, las temperaturas llegan a superar los 70 grados. Apenas hay vegetación; la poca que hay crece a la sombra de las montañas.

Allí se paran las aves que lo recorren para descansar. Papamoscas y alcaudones, por ejemplo. También aprovechan para reconocer posible comida, como arañas. Pero éstas no son las únicas habitantes de las rocas. Un tipo de serpiente que se camufla tan bien que es imposible distinguirla, agita su cola, convertida en patas de araña y el abdomen.

Los lagartos ventiladores de colores

En las llanuras secas de la India, encontramos otros reptiles igual de sorprendentes: los lagartos ventiladores de colores.

¿Cómo hacen los pavos reales para atraer a las hembras? Pues esto mismo hacen estos pequeños animales, de siete centímetros, que pelean entre sí, a muerte, por dominar la piedra más alta y visible.

Los orangutanes

Pasamos a las densas selvas tropicales del sur. En concreto, a Indonesia, donde viven un montón de especies animales. Nos centramos en la que es, actualmente, la más grande que habita los árboles en todo el mundo: los orangutanes.

Su aspecto es de sobra conocido. Lo que no se conoce tanto, por ejemplo, es que tienen la infancia más larga de todos los animales: de siete años.

Los rinocerontes de Sumatra

En la isla de Sumatra hay unos pocos ejemplares de rinoceronte. Pero no del que probablemente te venga ahora a la mente, sino de unos más pequeños: hasta cinco veces más que sus parientes africanos.

Estos pequeños herbívoros ayudan al mantenimiento del ecosistema: plantan semillas con sus heces, llenando la selva de sus alimentos preferidos. Así, podemos afirmar que son los ?jardineros? del lugar. El problema es que están en claro peligro de extinción: a día de hoy, solo quedan unos 70.

Sucede lo mismo con los orangutanes. Su hogar está desapareciendo por la deforestación, en busca de madera y otros productos alimenticios, como el aceite de palma. ¿Importan más estos recursos que su vida? Este tipo de documentales nos permiten entender su situación y así tratar de solucionarla.

Los tiburones ballena

Llegamos al fin de este largo recorrido por Asia, a los mares del sur, donde habitan miles de peces. Muchos pescadores viven de su captura. Y entre ellos, el que más valoran es el tiburón ballena, el pez más grande del mundo. Lento y de un tamaño que asciende hasta los 20 metros, es fácil de capturar. Pero también está en peligro de extinción.

Sin embargo, Indonesia tiene prohibida su caza. Es más, los pescadores los alimentan para aumentar su población.

Hay más

Pero ¿qué mejor que las imágenes para conocer bien todos estos animales y climas de Asia? Esta entrega de Siete mundos un planeta: Asia , así como las demás de cada continente, están disponibles en Movistar+, esperando a que las disfrutes.

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Ilustración de la cabecera: Gonzalo Chávarri. Imágenes: BBC.